La herramienta de gestión de la calidad, el Análisis de Causas Raíz (ACR), se utiliza para identificar y reconstruir los problemas y sus causas, comprendiendo cómo y por qué se producen. El objetivo es evitar que se produzcan en el futuro aplicando contramedidas. Se trata de un enfoque estructurado para identificar las causas profundas, que contribuye a la mejora continua. Además de recopilar información, se llevan a cabo cuadros de factores casuales para desarrollar relaciones causa-efecto específicas para cada suceso. Todos los factores recogidos durante el análisis se incorporan a un Mapa de Causas Raíz, que sirve de base para desarrollar contramedidas.