El QFD, abreviatura de Quality Function Deployment (Despliegue de la Función de Calidad), se utiliza en la gestión de la calidad y en el Diseño para Seis Sigma (DFSS) para planificar y desarrollar productos de alta calidad que cumplan los requisitos del cliente. El QFD consta de cuatro fases consecutivas, durante las cuales se crea una Casa de la Calidad (HoQ) con el cliente para desarrollar elementos específicos del producto: las CTQ (críticas para la calidad), las funciones del sistema, los elementos de diseño y el proceso de producción. Los factores más importantes se seleccionan mediante priorización. Los requisitos del cliente para un producto de calidad, identificados en la fase 1, sirven de base para las CTQ y se aplican de forma coherente a lo largo de todo el proceso.