El TPM, abreviatura de Mantenimiento Productivo Total, es un concepto desarrollado en Japón para prevenir las averías de los equipos. Optimiza y estandariza el concepto de mantenimiento. El TPM se basa en los principios del mantenimiento autónomo, cuyo objetivo es aumentar la eficacia de los equipos, pero ahora se ha ampliado a ocho pilares del TPM -que incluyen la mejora continua, el mantenimiento autónomo y planificado, la preservación de la calidad y la aplicación en la administración- con componentes fundamentales como PDCA, Kaizen y 5S que sirven de base. El TPM es un concepto holístico y requiere la participación y el apoyo de todos los empleados para su aplicación con éxito.